viernes, 4 de junio de 2010

Portadas















Lagrimas de Despedida


Siento el dolor en mi pecho al verte caminar. Siento el vacío, cada vez más grande, al saber que te vas. ¿Qué no vez el daño que me haces? Acaso ¿no te das cuenta de lo que significas para mí?
Siento las lagrimas correr, lentamente, por mi rostro. Puedo ver como te alejas sin mirar atrás. Yo me quedo aquí, llorando por tu partida, por tu indiferencia. Te veo caminar sin darte cuenta de lo que sucede.
Mi respiración se acorta, mientras un gran frío se instala en mi interior. Mi corazón, que ante tu mirar galopa de alegría, esta destrozado. Los pedazos de mi alma se riegan y jamás los podré alcanzar.
Tú te llevas mi corazón, mi alegría y mi esperanza. Las cosas más hermosas que tengo te las adueñaste. Bajo tu mirada las perdí en el primer momento que te vi. Las notas de la vida corren lejos de mis oídos, como tú, se están alejando.
Solo espero que algún día te des cuenta. Solo espero que alguna vez averigües lo que clama mi garganta y no llega a mi voz, lo que dicta mi corazón y mi cerebro se niega a rebelar. Mis ojos buscan desahogar las penas que en mi interior yacen.
Mi muerte llegará en el momento de tu partida; pero en este momento solo te veo caminar, sonreír, hablar. Esa sonrisa que me hipnotiza es guardada en mis recuerdos, será el dulce anhelo que nunca volveré a ver.
La rosa que en tus manos descansa me deprime, se que jamás me darás una así. Veo como volteas y fijas tu verde mirada. Mi corazón vuelve al galope cual brioso corcel. Y regresa el dolor, el saber que jamás los volveré a ver.
Deseo, deseo, pero ¿Qué voy a desear? Mis plegarias no son escuchadas, tú no conoces mi existencia mientras que yo muero tristemente por tu lejanía. El mundo de Cuentos, que dominaba mi existencia, va desapareciendo lentamente.
Ya no estas en mi campo de visión, se que ya seguiste. Mi real deseo sería que te quedases, que me mirases, que me amases; pero eso no es posible. Ahora mi deseo se volvió una desdicha pero, desde el fondo de mi astillado corazón, deseo que sigas tan feliz como en mis recuerdos.
Deseo levantarme e irme de allí, pero mi cuerpo no reacciona. Ahogo un quejido al tiempo que más lágrimas se me escapan. Lucho por no exteriorizar lo que siento, pero es imposible. Escucho como mis amigos intentan animarme, y sonrío serrando los ojos e intentando sellar el dolor.
Sólo puedo repetir lo que un día te intenté decir… Mi corazón está matándome porque soy incapaz de decirte que Te Amo. Te vas y nunca volverás, pero los recuerdos que dejaste en mi corazón se añejarán allí.
Por favor regresa, por favor no te vayas. ¿No oyes lo que mis ojos revelan? ¿No notas lo que mi corazón anhela? Tu sonrisa, tu mirada, tu alegría, todo se va contigo, ¿Qué dejas para mí? Sólo el dolor de un corazón apuñalado por la verdad.
Jamás me conociste, jamás sabrás quien soy. Bajo esta verdad, mis males parecen desvaríos de un loco. Una amarga sonrisa aparece en mi rostro mientras seco las lágrimas. No debería haber llorado pero lo hice, mi corazón sólo intenta desahogarse por lo que siente, lo que me haces sentir.
Meses, desde que me enamore de ti han pasado meses y mi corazón te es leal de igual manera. Con una mirada borraste todas las ilusiones que pudiese sentir, todas las que no fuesen por ti.
Respiro profundamente e intento hacerme la idea de lo que será verte partir realmente. Esta sólo fue tu despedida, no se cuanto dolor se añadirá a mi corazón. Por favor, regrésame mi alegría, regrésame mi esperanza, regrésame mi amor. Regrésame todo aquello que, inconcientemente, te dí y tú rechazas sin piedad.
Mi razón me vuelve a criticar, ¿Cómo me pude haber enamorado de ti? ¿Por qué tuviste que ser tú? Pero, ¿sabes algo?, no me arrepiento de nada. Me diste un año de alegrías, de emociones, me hiciste sentir lo que es enamorarse; sin saberlo le diste un nuevo sonido a mi vida.
Notas de esperanza vuelven a mí ser. Espero que toda esa alegría que me diste sea recompensa suficiente para el dolor que siento. Espero que el dolor no sea el castigo que deberé sufrir por haberme enamorado de ti. . .